domingo, 3 de mayo de 2009

Rejas

A nadie le asombra, hoy en día, el ver como todas las propiedades se protegen bajo enrejados más o menos labrados… Vemos rejas en las ventanas de las casas, en los escaparates de los comercios, en las puertas de los monumentos… e incluso, bajo el nombre de vallas, vemos una similitud a las rejas en el mismo campo, o por si eso no fuese suficiente, todos tenemos presente el enrejado de hormigón que se levantó para separar Alemania tras la segunda guerra mundial, o el que hoy en día sigue construyendo Israel en tierras palestinas…

Quiero suponer que desde hace ya mucho tiempo, el sentido de la propiedad ha sido un importante condicionante de la raza humana, y es por ello que siempre hemos procurado que lo que es nuestro, ha de seguir en nuestro poder… Grandes personajes, hicieron grandes obras que hoy se atesoran bajo enrejados, sean del clásico metal o los más modernos sistemas tecnológicos…

Por otro lado, todos tenemos ese espíritu altruista y desinteresado donde, de forma inexplicable, buscamos el bien común y social, y cada vez hay más gente involucrada en proyectos sociales encaminados a mejorar nuestra sociedad… pero no por ello dejamos de mantener nuestras rejas… por que no es lo mismo ser altruista que incauto…

Nos gusta mantener nuestra propiedad… pero… ¿qué es lo nuestro??? Es fácil definir la propiedad en cosas materiales… mi casa, mi coche, mi bocadillo de chorizo… sí, todo eso es fácil, ya que hemos intercambiado algo que es nuestro, generalmente dinero, por algo que no teníamos y por lo tanto, es nuestro… y de nadie más… También hay otras propiedades más complejas de regular… las patentes, o lo que viene a ser lo mismo, las ideas que permiten avanzar al mundo… motores más potentes, sistemas de calefacción, o incluso esta simpleza de internet que permite que yo te escriba y tú me leas, sin que ninguno de los dos sepamos quien es el otro… o esa otra propiedad que la mayoría nos hemos saltado alguna vez al descargar música o alguna película sin autorización del autor… o la que nos permite disfrutar de cuadros en los museos, o de lecturas más o menos interesantes…

Pero también hay otra propiedad mucho más compleja que no logramos entender… MIS hijos, MIS amigos, MI pareja, MI familia… seguimos hablando de propiedad cuando nos referimos a las personas… No, no es que las hayamos comprado, si no que tal vez utilizamos ese posesivo precisamente por que para nosotros son demasiado especiales y tal vez así lo relacionamos de forma especial con lo que sentimos hacia ellos… MI mundo en definitiva… pero también es cierto que no nos gusta perderlo y de alguna manera, ponemos rejas para que no nos los quiten… o tal vez para impedir que lo que es “nuestro” pueda dejar de serlo, manteniéndolo encerrado

Hace pocos días hablaba con alguien y me decía que se había enamorado de la persona equivocada… ¿equivocada??? Supongo que todos hemos oído las historias de amores no correspondidos, y también imagino que a nadie le asombra escuchar la frase de enamorarse de la persona equivocada, pero… ¿cómo puede ser posible???

Y es justo aquí donde el mundo de los sentimientos se enfrenta con el enrejado de la sociedad que hemos construido… Últimamente he leído más de lo necesario sobre esas parejas donde uno de los cónyuges es infiel al otro y la pareja termina rota… Pero este caso es diferente, es el opuesto… donde una persona se enamora de otra “ocupada” y en este caso, el sentimiento cambia… mientras que una pareja consolidada suele “enrejar” a su pareja para que se mantenga siendo de su propiedad exclusiva, en el otro caso, esa persona se conforma con algunos breves momentos de compartir algo de tiempo… no quiere decir que sea sexo, no tiene por qué… el amor puede sentirse en silencio, en la intimidad, en la sombra del desconocimiento del otro y de forma callada disfrutar de cada una de las palabras que el amado, no el amante, regala de forma involuntaria pero amable y cariñosa…

Dicen que es mejor amar y perder que nunca haber amado, o que en el amor todo vale, o que… qué importa… todos elogiamos el amor pero la mayoría lo sometemos a normas… Dejaremos lo del pájaro enjaulado para otro día ¿no???

9 comentarios:

PIZARR dijo...

Caramba Buho, cuantos pensamientos en voz alta.

La verdad es que no por donde empezar, pero mientras leía me daba cuenta de que estamos construyendo un mundo que decimos libre y cada día somos menos libres.

Las peores rejas son las que nos ponemos nosotros mismos en el alma y es que estamos tan influenciados por cuanto nos rodea que lo de ser libre es ya una utopía.

Cuando no tienes que pensar en unos, lo tienes que hacer en otros o en conservar un puesto de trabajo o en mil razones más que escapan a nuestro propio deseo, proque afectan a los deseos de terceros.

Y asñi va la sociedad cada día más estresada, mas agobiada y menos libre.

Tema aparte es el mundo de los sentimientos y del amor, ahí si que la libertad brilla por su ausencia. que si razas, que si creencias, que si colores...

Y que decirte de esos amores " equivocados" pues la verdad es que si ambos estan de acuerdo y siempre que no dañen a un tercero, adelante... pero está claro que el tercero, que dudo mucho que de saberlo lo aceptase, pues antes o despues va a sufrir, por lo tanto para mi lo primero de todo está la honestidad y la lealtad y la mentira no cabe dentro de ellas.

Con eso de que estoy sola en este blog entre "rejas" me he despachado a gusto... jajajaj

Un abrazo Buho

Anónimo dijo...

Amar es inevitable e independiente de que seamos correspondidos o no. Uno se enamora y punto. Si es correspondido, se convierte en uno de los pocos afortunados que logran la sintonía. Si no, disfruta su amor tal cual es. Y en lo que se refiere a esa posesión que tenemos sobre las cosas, me resulta ridícula. Nada, absolutamente nada nos pertenece más que nuestra vida y lo que hagamos con ella.
Las rejas no valen la pena. Besos sueltos.

Vergónides de Coock dijo...

Estoy completamente deacuerdo contigo, que le pasa a la gente y las rejas; de quién nos protegemos acaso de nosotros mismos, y acaso creen que las rejas serán la saloución para nuestra propia defensa de nosotros mismos. Suerte.

Unknown dijo...

Bueno BUHO, ya sabes que tu y yo ... no estamos a veces muy de acuerdo..y esta es una de ellas..

... quiero decir....

....¿Realmente somos libres???


...opino que mucho menos de lo que pensamos...

... y si eres esclavo, una de dos o te revelas o te adaptas... cuestión de supervivencia..

BEsos... desde la libertad relativa

Ericarol dijo...

Eso es lo que quiro un amor sin reglas generales.. un amor tan auténtico que solo él y yo dictemos, no las reglas, si no la forma de ser el uno con el otro.... podré algún día deshacerme de la imagen perfecta que pinta la sociedad de la pareja????? quisiera, quisisera....

Luna Azul dijo...

Somos menos libres de lo que pensamos y no me gustan nada las rejas, si acaso las que me pongo yo libremente, no se si me explico bien. La frase esa de mi libertad acaba donde empieza la del otro.
Sobre los amores equivocados allá cada uno, siempre y cuando no hagan daño a una tercera persona.
Un abrazo

Manuela Fernández dijo...

Para amar no se requiere ser correspondido, el amor es un sentimiento que nace en uno mismo y recae en otra persona sin tener en cuenta lo que ésta sienta. El amor sincero no espera nada del otro.

Allek dijo...

que tal!! despues de un tiempo he regresado...
un abrazo..

Unknown dijo...

BUHO!!!!

HOla!!!!

No estarás entre rejas, verdad???' ja, ja, ja.

BEsos