domingo, 22 de febrero de 2009

Gratis

Algo que la mercadotecnia tiene claro, es que cualquier consumidor no se resiste al estímulo de la mágica palabra “gratis”. Quiero imaginar que la gran mayoría de nosotros, somos totalmente incapaces de pasar de largo cuando alguien nos ofrece algo completamente gratis, sea lo que sea… quiero imaginar un gran expositor de cajas, con un letrero: “Gratis. Coja una” y aún sin saber qué es lo que contiene o que utilidad vamos a darle, casi sin dudar cogeremos una, o dos, o incluso más, pese a los pocos días termine en la basura… y aún así, la próxima vez que nos suceda, volveremos a dejarnos seducir por la magia de la gratuidad y volveremos a coger una caja por que siguen siendo gratis.

Sin embargo, con el paso del tiempo, aquello que es gratuito, pero que a la vez se hace rutinario, pierde el interés y se convierte en algo tan asimilado que no le damos ninguna importancia…

En el escaparate de una sala de urgencias médicas, donde la confianza se deposita en las manos de los profesionales que allí están, hay algo que aún siendo totalmente gratuito, es lo más valorado por quienes esperan durante las largas horas de impotencia… la esperanza de que todo salga bien por enésima vez, que una sonrisa acompañe a las palabras y que un simple abrazo alivia el alma de los que están sanos…

Tal vez sea esta la más cercana expresión de la gratuidad que no se encuentra fácilmente, por que la hemos hecho tan insignificante o por el contrario, tan íntima, que ha perdido su gratuidad fuera de ese pequeño círculo de conocimos del que nos da, en ocasiones, miedo salir.

Qué extraño valor damos a las cosas, que no sabemos valorar de un beso, por que es, simplemente, gratis

5 comentarios:

belona dijo...

No,ni un beso es gratis.

PIZARR dijo...

Hola Buho, por fin de nuevo entre vosotros.

Lo primero mil gracias por esa compañía en los malos momentos.

Acabo de recorrer tus páginas atrasadas, he gozado con la nieve que tanto me gusta, he recordado muebles de mi infancia, he pensado en el derecho a morir dignamente, tema del que no acabo de entender que genere tanta polémica, porque pienso que cuando se quiere de verdad a alguien, se tiene muy claro cuando llega el momento de evitar sufrimientos inútiles, el momento de evitar alargar una vida más alla de lo razonable.

No se si se debe a que tuve la fortuna ( no te quepa ninguna duda de que es una fortuna, frente a lo que se escucha y se ve a veces ) de ver irse a mis padres y a mis abuelos, todos con tremendas enfermedades, pero sin sufrimientos alargados, sin extraños mecanismos que demorasen su partida una vez que la situación era irreversible y con una paz y una armonía interior que me quedó grabada tan adentro que por ello no entiendo esas polémicas.

Y respecto a esta entrada, que cierto es lo que expones. Y que poco valor damos a veces a esas cosas no materiales y gratuitas que tan poco esfuerzo cuestan... Un beso... Una sonrisa a tiempo... Una palabra amable.

Bueno Buho, que encantada de volver a visitar tu casa.

Un beso

Ericarol dijo...

Efectivamente, lo que es gratis siempre es echado a un lado hasta que se llena de polvo y olvido.
Besos!!

Luna Azul dijo...

Me encanta tu entrada Búho y cuánta razón tienes. Besos, abrazos, palabras amables, sonrisas, un hombro amigo donde apoyarnos...... todo es gratis.
Que poco valor les damos y cuanto nos cuesta a veces ofrecerlas.
Un abrazo y feliz semana.

Lunarroja dijo...

Por eso yo un día jugué a ponerle precio a mi beso.
Ya ves...