jueves, 11 de septiembre de 2008

Fronteras

Leyendo un libro de Fernando Savater, encontré una breve referencia a aquellos que nos indican lo que hay más allá de la vida, y eso me hizo reflexionar… Cada uno de nosotros, a falta de pruebas fehacientes, tendrá su fe en que lo piensa es lo real y en las circunstancias en las que hemos sido educados, una cierta parte de nuestra espiritualidad, nos está preparando para que cuando la vida termine, podamos conseguir lo que creemos que encontraremos… que así sea.

Pero me sorprende en cierta medida, que a la larga resulta mucho más sencillo convencernos de lo que encontraremos más allá de la vida y resulta tan confuso esclarecer lo que encontraremos más acá… Resulta evidente (una vez más) que nuestros actos y nuestros sentimientos (las cosas no son como son, si no como las sentimos) nos condicionan el presente, y mientras algunos pensamos que se deberían suprimir los ejércitos, no dudamos un momento en llamar a la policía cuando nos sentimos amenazados… cuando muchos pensamos que deberían dedicarse más esfuerzo a la ayuda de los desfavorecidos, nos quejamos continuamente del pago de los que ya entendemos como elevados impuestos…

Así pues, y como nadie me ha confirmado que pasos seguir en la vida para ser feliz, he tenido que ir aprendiéndolo, como todos nosotros, y por ello, es muy posible que cada vida sea distinta al resto… y reconozco que han sido pocas cosas las que me han satisfecho, y entre ellas, las mejores, las personas que he conocido

He tenido amores eternos que ya terminaron y otros amores sin fin que no pudieron comenzar… he tenido amigos que transformaron mis lágrimas en sonrisas, he crecido al cobijo de las palabras de mis compañeros, he madurado viendo crecer a mis hijos, he vivido al sentir una caricia, y he muerto deseando recibir un beso, me he enfurecido cuando mis errores repercuten en sentimientos ajenos y me he entristecido cuando errores ajenos repercuten en los míos… pero si de algo me siento satisfecho, es de que creo recordar a casi todos aquellos que han sido importantes en mi vida, de una u otra forma… mi familia, mis profesores, mis compañeros, mis amigos, mis amores, mis conocidos y mis desconocidos… y si hay algo que me haga sentirme bien, es que guardo de todos un grato recuerdo… desde las personas que pasaron casi de refilón por mi vida, hasta las que se han quedado de forma permanente… Tal vez por que aquellas personas que no me aportaron nada, ya han sido olvidadas, pero en la mayoría de los casos, a pesar de que hubo momentos difíciles y de gran dolor, todas las personas me han aportado algo positivo y por ello siempre las recuerdo con una sonrisa…

De qué me sirve prepararme en vida para la muerte cuando no puedo asegurar que sé vivir???


8 comentarios:

dijo...

La verdad es que en vida, hay que dedicarse a VIVIR, prepararse para algo de lo que no tenemos noción exacta de lo que será, no vale la pena, no???
un abrazo

Ericarol dijo...

Para pensarlo.

No me gusta darle mente a esto de lo que pasa despues de la muerte. Siempre acabo triste.

O con esperanzas!!!!

Un abrazo

Ericarol

Unknown dijo...

Tener una vida dulce es un privilegio y algo de lo que debemos estar agradecidos, al menos en mi caso.

Un abrazo

P.D. La muerte..... es algo natural... somos finitos... sepamos vivir o no..

Luna Azul dijo...

Me quedo con tu última frase: "De que sirve prepararse en vida para la muerte cuando no puedo asegurar que sé vivir?"
Vivir día a día y dejar vivir.
Un abrazo

Isabel dijo...

Me ha gustado bastante tu reflexión,quizás porque yo pienso como tú; me quedo con lo que tengo cerca,día a día,con lo que está haciendo mi vida mejor;porque es muy dificil para mí centrar mi vida en otra vida futura de la que nadie ha dado certeza.Estupendo,Pablo.Ojalá me cuentes entre tus amigos.:-)

Anónimo dijo...

Leerte fue como escuchar IN MY LIFE, de los Beatles. Me encanta hacer esos balances y ver que siguen resultando positivos. Eso es la felicidad, la suma de pequeños momentos vividos de la manera más intensa posible. Un beso.

Lunarroja dijo...

Quizá porque llevo una etapa instalada en el escepticismo, soy de las que piensan que para qué preocuparse con lo que viene después de la vida si ya no vamos a poder contarlo.

Así que prefiero, como tú, disfrutar de aquello con lo que nos encontramos en esta vida. Y tú eres una de esas personas que merecen tenerlo todo bonito a su alrededor.

Un beso, Búho.

Alberto dijo...

Las fronteras no son el este o el oeste, el norte o el sur, el pasado o el futuro, la vida o la muerte, sino allí donde el hombre se enfrenta a un hecho.