No sabría decir cuántas veces me he cuestionado para qué sirve MI bitácora… Leo con atención las bitácoras ajenas y encuentro de todo… y por ello, por que también yo estoy incluido en ese todo, me pregunto el por qué de ese aparente caos que reina en este ( o al menos MI)mundo de anonimato.
Hoy, hacia un pequeño recuento del tiempo y la forma que dedico a esto… lo que en su día fue una mera curiosidad, se ha convertido en un hábito… y ese hábito, divertido y gratificante, que todo hay que decirlo, me exige (al igual que a todos) dedicación… Y es entonces cuando busco la soledad para poder sentirme cómodo. Es curioso como esa dicotomía de la soledad, deseada algunas veces, aborrecida muchas más, y donde el equilibrio, es casi imposible.
Siento, en esas extrañas ocasiones, que mis palabras son, simplemente, pequeños mensajes de socorro lanzados a un mar de furiosas y terribles tempestades provocadas por los fantasmas de mi existencia, que en la oscuridad de la noche del desconocimiento, sacuden la superficie de mi vida con una desmedida saña desde mi propio pasado que, por aciertos o por errores, me han traído hasta mi presente, y desde él, intento forjar el camino de mi futuro, tan incierto y misterioso como el de cualquier otra persona, y con la misma incertidumbre y titubeos que soy incapaz de poder afirmar que me ocurrirá mañana…
No espero que nadie venga en mi socorro, al igual que sé que tampoco iré en auxilio de ningún escritor de pequeñas historias cotidianas, sin importancia aparente, ya que nadie lanza botellas con una dirección concreta, pero entre mentiras y veras, son estos mensajes de náufragos, en islas de soledades dentro de un mundo de concurrida saturación, importantes para quien las lanzan en sus virtuales botellas, con la esperanza de que tal vez algún día, llegue al lugar indicado, sin que nunca sepamos cual es…
Siempre hay playas donde recalan botellas…
Creo que este tema de "The Police", Message in a Bottle, ya fue colocado en alguna de mis entradas anteriores, pero es que este es su lugar... ¿no???
7 comentarios:
¿Sabes una cosa Buho?
Esta noche la botella que hoy has lanzado ha llegado a un canal veneciano y curiosamente yo pasaba por alli y he podido recogerla.
Ahora mismo la tengo a mi lado mientras pienso que a veces esas botellas que lanzamos al vacío, no solo son importantes para quien las lanza, sino también para quien las recibe.
Bonito comentario en Venecia
Un beso
cada uno de nosotros hbita en su isla personal, y lanza sus mensajes en botellas sin o con ánimos que lleguen o no a algún lugar, pero estoy segura que esos mensajes siempre llegan donde han de llegar.
Para que sirve esto? y para que sirve plantearse a veces las cosas cuando de alguna manera de vez en cuando esto es el momento sagrado en el que muchos se encuentran con su alma, para llenarla de ilusiones o vaciarla de miedos..Gritos de socorro?? En más de una ocuasión así lo haremos, y será el propio grito lanzado a los oceanos el que ya haya sido una manera de socorrernos al no pudrirse dentro nuestro. Un beso gran búho
Que bonito!!! Snifff!!! Se me aguaron los ojos!! Tienes razón. Yo ya no puedo vivir sin mi blog. Un beso.
Creo que cuando escribimos aquí nos sentimos menos solos. Pero no me hago una pregunta....¿no tenemos a nadie al lado?, en mi caso no, por eso yo me siento más acompañada cuando abro esta ventana.
Preciosa entrada. Cada uno tendremos un motivo diferente para estar por estos mundos o... ¿quizás no?
Al final yo creo que los mensajes llegan.
Un abrazo
Qué buena analogía.
Mucho da que pensar tu entrada sobre lo que yo tantas veces he pensado. La utilidad de los blogs es incuestionable para quienes los hacemos y disfrutamos pero a la vez difícil de explicar a quien no está en este mundo. Uno debe verlo por sí mismo.
Te aseguro que los mensajes lanzados a la red llegan a los lugares indicados, tarde o temprano llegan siempre. Eso no es lo complicado, nuestra gran tarea consista tal vez en saber ver más allá de estas redes, en discernir que es el grano y que la paja, con qué nuestra vida "real" crecerá para mejorar.
Un beso.
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