martes, 15 de julio de 2008

Trafico



Introduje la llave en el contacto e inmediatamente, al girarla, el motor ya estaba rugiendo. Apenas me coloqué el cinturón de seguridad comencé a acelerar…

La ciudad, al comienzo de la noche de verano, comenzaba esa etapa de tranquilidad que le caracteriza, y por eso, las calles estaban algo menos transitadas que de costumbre…

Sentía en mis manos la tensión del volante y en mi cuerpo la velocidad… poco a poco más rápido, más seguro… Los primeros quiebros al salir a la avenida… señales y luces para que me dejen paso… Un semáforo rojo y disminuyo la velocidad… poco a poco voy saliendo y en cuanto puedo, salgo y cruzo… no me detengo…

El proceso se repite unas cuantas veces… las retenciones las dejo atrás al invadir el carril contrario cuando me siento seguro… así, hasta llegar a la autopista donde el atasco me obliga a frenar… No lo pienso… me dirijo al arcén y continúo sin detenerme… El motor no ha dejado de sonar, el coche no ha dejado de correr… las marchas cambian… suben y bajan… luces y señales para abrirme paso en la multitud… algunos parece no enterarse pero me acerco a ellos y les increpo para que se aparten… nadie va a detenerme…

Doce minutos… sólo doce minutos… llegamos a urgencias, apago la sirena de la ambulancia y recogen al paciente…

8 comentarios:

belona dijo...

ajajajjaj mientras te leía ya estaba pensando la charla que te iba dar, te iba a poner a "caldo" y además sin cortarme un pelo.
Me has engañado gratamente, menos mal!!!!!

Ericarol dijo...

que susto!! pensé que eras un loco al volante. seguro que eso ha pasado muchas veces y ni cuenta nos damos , solo juzgamos al del volante. Un beso.

Luna Azul dijo...

Ufffff y van 3. Al final las cosas no son lo que parecen jejeje.
Un abrazo

Cyllan dijo...

Que susto al principio hasta leer la resolución, has sabido mantener el suspense sobre si era un loco al volante. Me ha gustado la idea.
Un saludo.

PIZARR dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
PIZARR dijo...

Muy bueno buho, lo mismo que el video.

Ya volví de mi retiro y ya me he puesto al día de nuevo con tus letras. Por cierto, de todo lo que he leido hay algo que me ha encantado:

"La madurez nos hace cambiar y mirar la vida desde un punto de vista distinto, y los atardeceres dejan de ser las muertes de los días para pasar a ser los nacimientos de las noches."

Me encantan los atardeceres...

He de decirte que en mi "retiro", me acompaño la sonrisa...

Un beso

Mandarina azul dijo...

Lo confieso, has conseguido engañarme, jaja...

Recuerdo los primeros textos que te leí... en esta línea de sorpresa final.

:) Abrazo grande, Búho.

dijo...

buenísimoooooo, tenés el poder de dejarme atrapada leyéndote!