domingo, 28 de octubre de 2007

Educación


Es curioso como los padres, siempre deseamos educar lo mejor posible a nuestros hijos, y ya desde pequeños, les decimos:

"Siempre debes decir la verdad"

Y claro, un día, paseando con nuestros vástagos y retoños, nos econtramos con ese señor o señora, podrecillo, no sólo poco agraciado por la belleza, si no que además, es el rey del mal gusto y llama la atención por donde quiera que aparezca, rompiendo el tedio monocromático de lo que la mayoría entendemos como "lo que debe ser", y entonces, nuestra descendencia, que lleva muy dentro y frescas las palabras de nosotros, sus padres, nos dice:

"Mira, que señor más feo!!!"

Y nosotros con toda la dignidad que en ese momento nos deja asomar la vergüenza que nos impulsa a escondernos bajo tierra, le decimos:

"Niño, eso no se dice"

Pues ya hemos causado un trauma al niño... y espera, espera, que cuando se entere del secreto de los Reyes Magos, Santa Claus, el ratón Pérez y la verdadera historia de Heidi... No me extraña que la PS3 se venda como rosquillas... cuanto trauma suelto!!!.

4 comentarios:

Lunarroja dijo...

Aunque a veces moleste ese "Que señor más feo, papa", pienso que hay que educar en la verdad.
Mezclarla con la discreción puede ser una buena idea, pero siempre con la verdad por delante. Siempre.

Hanna dijo...

ehehehehe,
peor que eso, cuando afirma, y quiere porque quiere, que confirmemos que el señor es en la verdad feo y no sabemos que hacer.


Saludos

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Ay la espontaneidad sin malicias de los más chicos...

Pero ¿estamos preparados, los adultos, para las verdades?

No se, no se, ya sabes lo que opino de la mentira.

Besos

Mandarina azul dijo...

Jajaja... me río pero desde luego tiene tela.
¡Cómo me gusta que los peques nos dejen a los adultos sin argumentos!

:)