miércoles, 13 de junio de 2007

Palabras


A veces siento y otras imagino palabras que florecen en mi boca y que no pueden escapar. Aprisionadas por mentiras, las menos… y por verdades, la mayoría… recorren la comisura de los labios confiando en encontrar una persona que les preste oídos para otorgarles la libertad que buscan y el sentido a la existencia que necesitan. Si no es así, caen sin más y los efluvios burlescos y prepotentes de una sociedad guiada por la hipocresía y motivada por una u otra moralidad, que si antaño era de fe, hoy es de ser correcto sin correcciones… caen en el suelo del olvido, son pisoteadas por la mediocridad y se pierden arrastradas por arroyos de olvido y algunas, las que son vivas realmente, arrastradas, a veces, por los vientos de la ignorancia…

Palabras que quedan en ciernes de pronunciarse, sin que encuentren sentido y se amontonan y agolpan sin orden, en un espontaneo caos que nace, probablemente del corazón, y que con posterioridad, la censura de la sensatez se preocupa, sin o puede dar salida, de colocar en estanterías en el alma, en la memoria… Luego, se escogen con exquisito cuidado aquellas que creemos más hermosas para cada ocasión, y así, vamos moldeando nuestras sensaciones con la herramienta de la palabra…

Las palabras, si no son escuchadas, hacen la misma función que lluvia en el océano…

En esta peculiar y personal nula libertad de expresión, sólo queda dejar que sean los dedos quienes a impulsos regulares, dejen escurrir, como si fuesen impulsivas lágrimas, letras, palabras, frases, párrafos, capítulos, libros, historias, ideas e incluso, algunas veces, hasta cultura… y bien se reflejan en los tomos de infinitos tamaños y colores, que antes de descansar en una librería, son sobados por las manos y bebidos por los ojos, o siguiendo, como es el caso, estos nuevos aires de modernidad y tecnología, quedan plasmadas en este invisible papel tecnológico, expuestas a cualquiera que sienta la curiosidad de querer escudriñar en el significado del contenido en el escaparate del anonimato…

Como si de un artista se tratase, cada escritor, que no cada escribiente, cada uno de nosotros, da forma a los sentimientos que en el momento de expresarlos, son distintos, únicos, mágicos, dolorosos… y es entonces cuando buscamos las palabras que son la herramienta para expresarlos… para darles forma y sentido…

Yo escribo para ti, que me lees, pero escribo por mí, que lo siento…

Ahora, sólo algunos pocos, siempre escasos amigos, comparten conmigo mis obras de arte y mis más horrendos bocetos… todas las sensaciones que han ido quedando plasmadas en pequeños escritos o en grandes y tal vez absurdas, disertaciones e incluso monólogos sin sentido alguno… Pero son siempre en esos momentos cuando tomamos todas las palabras, todos los sentimientos, todas las ideas… y las plasmamos sin miedo, sin vergüenza, sin pudor, sin censura… cuando podemos expresarnos como realmente somos, aunque sólo sea en ese momento, por que cambiamos… como esa foto que no tiene pasado ni futuro, si no, simplemente un eterno presente unido para siempre a un pedazo de papel…

9 comentarios:

ROSA dijo...

Creo que has encontrado los verdaderos "nudos" que nos abrazan con bellos, dulces, absurdos o anónimos lazos.
Tú intentas recomponer con ellos un puzzle y yo intento componer un mosaico con mis teselas.
Un saludo

Isabel dijo...

Poco a poco,vamos encontrando nuestro lugar,nuestra forma de expresarnos y sobre todo encontrándonos a nosotros mismos.
Esta humana manera de entregarnos en forma de palabras es una de las más hermosas y creativas que conozco,asi que me alegro de que seamos muchos amigos los que la compartamos.
Un beso ,Pablo;me alegro de
leerte siempre.:-)

Anónimo dijo...

Estimado amigo:
Yo que siempre recurro a Machado, y a cualquier hora; suelo repetir hasta el aburrimiento aquello de que la poesía es la "honda palpitación del espíritu". Y en definitiva los es la escritua, amigo. No deberíamos plantaearnos cómo encontrar la escritura, el modo, los adjetivos... sino al contrario cómo ellos a veces nos encuentran a nosotros.

"Escribir es vivir", tituló José Luis Sampedro un hermoso volumen con sus reflexiones sobre la escritura. Déjame recomendarte esta obrita... no por nada, sino sólo por que también la lectura forma parte de la escritura, y viceversa.

Sabes que te sigo yo también (y te persigo). Un fuerte abrazo.

Luis Q.
www.autobiografiaporescribirluisquinonesc.blogspot.com

Perovsquita dijo...

Las soledad de un papel con unas palabras garabateadas en él, en muchas ocasiones puede cambiar un instante de nuestra vida.

Las necesitamos. Necesitamos expresar lo que sentimos y lo que queremos decir, cuando muchas veces no podemos.

Hanna dijo...

Hay palbras silenciosas, hay palabras mudas, hay palabras gritantes.
Pero la fuerza dellas somos nosotros que le damos.
Besitos que te sigo leyendo mismo sin comentar as veces.

Anónimo dijo...

Palabras que buscan oídos y ojos que le otorguen la vida.
Un abrazo, así es, como lo has escrito.

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Escribir para ti que lo sientes, esos es, sentimientos y para mi que lo leo y comprendo y me llega ese sentimiento.

Las más de las veces no nos explicamos, no nos entienden (los nudos, no nos entendemos.

Otras, es tan abstracta, tan personal la vivencia de lo que quieres contar que no hay palabras para explicarlo.

Pero lo cierto es que, en esta forma como en cualquier otra, es la personalidad la que sale a flote, la que se refleja en este papel invisible.

La libertad que nos da esta ventana no debería dejar espacio para la hipocresa y la corrección. Son los sentimientos los que están en juego.

Un beso

Mandarina azul dijo...

Bueno, pues después de haberte leído ahora, la verdad, mejor que dejarte estas palabras, te daría un abrazo. :)

Mister yo dijo...

Buen tema.

me quede sin palabras, jejeje

saludos