lunes, 1 de febrero de 2010

Cabaña

El extraño resplandor de una cálidez extrema confería a aquel bosque la magia que los lugareños le otorgaban desde siempre, y no por que fuere nada misterioso, si no que que allí dentro, al abrazo de una no excesiva vegetación, pero una cálida luminiscencia que se extendía desde el orto hasta el ocaso, se percibía una sensación de paz y descanso que dificilmente se podría encontrar en otro lugar.

No había apenas flores que rompiesen la monotonía del peremne verdor a pesar de que la frangacia de intensos aromas se entremezclaban entre los entresijos del color y las sombras que se mecian incansables en un baile silencioso con la suave brisa... y allí, en el claro ubicado en el centro del bosque, una pequeña colina lindera con una reducida laguna confería la sensación de dominio sobre todo él, al levarse unos pocos metros y dejar toda aquella caótica pero bella amalgama de vegetación, bajo el nivel del horizonte que en la extensa llanura se difuminaba entre brumas de húmedo frescor...

Cómo un éxtasis, todo cuando allí acontecía en realidad sólo pertenecía a los sentidos, e impregnaba las almas de gratas sensaciones encaminadas a encontrar la felicidad

Eterna esencia de primavera sin final en aquél extraño oasis de vegetación en medio de un desierto de indeferencia... Sí, era perfecto para que leñador hiciese allí su casa.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que el leñador encontró su lugar en el mundo =)

Unknown dijo...

Demasiado perfecto y demasiada quietud.. para ser mantenida durante un largo periodo..

.. el equilibrio perfecto...

.. es sólo la muerte.

.. todo lo demás es puro y duro devenir...

.. me faltan flores..

Besos