miércoles, 13 de enero de 2010

Haiti


Hace sólo un par de días, hablaba sobre las oportunidades que la vida nos ofrece. Podemos sentirnos afortunados de muchas cosas, entre otras de estar vivos.

Pocas horas atrás, la naturaleza ha dado otro golpe de poderío y ha sesgado la vida de posiblemente más de cien mil personas de unos pocos segundos. No aparecerán nunca cuantas personas serán desgracias (más aún en el caso de Haiti) para siempre, cuantas quedarán lisiadas físicamente, sin posibilidades de trabajo, sin ayudas, sin familia… cuantas quedarán aisladas, abandonadas por su propia sociedad…

Volvemos a las impersonales estadísticas… no importa que hablemos de cientos, miles o cientos de miles… son datos lejanos, fríos, repetitivos muchas veces y la mayoría de las ocasiones ajenos a nosotros… pero la realidad sigue siendo esa: hoy miles de muertos

En esta entrada no colocaré música, no hay mucho más que añadir… salvo… quizás, sí, un consejo: vive la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aprendí de muy niña a ser agradecida con la vida.
A dar las gracias por casi todo.
A ser correcta con los demás.
A ser solidaria.
A tener criterios.
A pensar con sentido común.
A compadecerme del projimo que no tenia tanta suerte como yo.
A.. miles de cosas.
Pero se olvidaron de enseñarme a mostrarme impasible ante los azotes de la naturaleza.
Se olvidaron de enseñarme a no llorar por las injusticias.
Se olvidaron de enseñarme a mirar para otro lado cuando veo la desgracia ajena.
Se olvidaron de... hacerme insensible.
Ahora les agradezco lo enseñado y lo olvidado.

Desde mi rincón...

Lágrimas Vivas dijo...

Se habla, se comenta, se aflige una/o... pero cuántas personas hay realmente que ofrezcan su ayuda???
(no me refiero a ingresar un euro en una c/c)
A veces no sabemos lo bien que nos trata la vida a pesar de sus inclemencias...
Es un tema muy muy triste, injusto también, incluso "trafican" con fotografías e imágenes, ufff! me enervo conmigo misma... Me resulta imposible no cerrar los ojos ante algunas de ellas. Estoy temblequeando pero vivo...
Ojalá ningún niño esté sólo!
SOLIDARIDAD (con todo lo que ello abarca)



Un gran abrazo vivo!!!

Manuela Fernández dijo...

La injusticia es parte de la vida y en tragedias como la de Haiti se hace evidente: ¿Por qué alguien nace en un lugar predispuesto a movimientos sísmicos donde los edificios no están preparados para superarlos y va y a los 20 años se muere y hay otro que vive en una ciudad donde nunca pasa nada y tiene la oportunidad de vivir hasta los 90 años?